
Tiempo de cambios, tiempo de crecimiento.
Quien mas o quien menos ha estado en una etapa de incertidumbre, ya sea, personal, con alguna relación o en lo laboral, lo complicado empieza cuando no hay avistamiento próximo de Tierra….
En este período puede que surjan las complicaciones, conflictos, aflorando nuestras debilidades y miedos, ya que no tenemos demasiada costumbre a vivir sin mantener el control y dejarnos llevar.
Dejarse llevar o aceptar, no es resignarse, sino entender que hay cosas que no dependen de nosotro/as y por tanto luchar contra eso es un pérdida innecesaria de energía que bien podemos emplear en lo que sí depende directamente de uno/a mismo.
En estos períodos de incertidumbre, si no hemos hecho un ejercicio de reconocimiento y confianza previos, podremos empezaremos a sentir como nos pasa factura este desconocimiento de uno mismo/a.
Por eso es fundamental no esperar a tocar fondo para abrir el libro de nuestro verdadero Yo, es imprescindible adentrarnos en el viaje a nuestro interior para conocer y reconocer nuestras fortalezas, así como nuestras áreas de mejora.
Si ya estás en la barca rumbo a lo desconocido, no desesperes, abraza la incertidumbre y aprovecha esta oportunidad para adentrarte en ti, preguntarte y responderte con honestidad sobre lo que te inquieta o enfada, lo que te da auténtico pavor y también lo que te motiva, te inspira y te hace sentir que tu vida tiene un sentido.
Pregúntate para que crees que has llegado a esta barca y a este momento y toma el tiempo necesario para entender que en este momento de quietud incierta se te ofrece la maravillosa oportunidad de crecer y aprender.
Te invito a que recojas tus reflexiones en un papel y detalles un poco mas abajo que cosas se te ocurren que puedes empezar a hacer en este momento para sacar el jugo a aquello que te está diciendo a gritos que tomes consciencia de esta maravillosa oportunidad.