PEPE Y LA TEMPLANZA

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Hace unos años tuve la suerte de querer adoptar un perro y encontrar a Pepe. Un día, como quien no quiere la cosa, lo vi en internet que estaba en adopción, un precioso Beagle que había estado los primeros 4 años de su vida en un laboratorio. Y así, como de casualidad, conseguí que me lo dieran a mi. Ese perro, que más que perro era un señorito inglés, me enseñó varias lecciones que nunca olvidaré. Entre ellas, la más importante, fue la templanza. ¿Qué es? Pues mira, jamás he buscado esa palabra en el diccionario, pero su concepto para mi es tranquilidad y sol. Traducido:

  • Lunes por la mañana, un atasco de la san gata, has salido con el tiempo justo y tienes una reunión bastante importante a primera hora…en definitiva, sabes que vas a llegar tarde, porque el atasco se acumula con coches que se aprietan en un espacio limitado unos sobre otros en una condición inadmisible para la vida humana. Cualquiera de este mundo en una situación así estaría recordando a los muertos de los ocupantes de los vehículos vecinos y deseando cosas malas a cualquiera que se mueva más que tú. Pues Pepe me miraría y me diría, mediante sus ojos de ser superior, túmbate al sol.

 

  • Estás ya en el trabajo, evidentemente has llegado tarde, no sólo ha comenzado la reunión si no que tenías que haber imprimido unos informes para llevar. Vas a ello con el sudor de haber subido corriendo las escaleras para llegar medio minuto antes a tu “desgraciado destino”. La impresora atascada. Nervios. Un me cago en…más nervios. A estas alturas ya estás hiperventilando. En este caso, seguramente Pepe me miraría de su camita hecha de sol y me diría lo mismo, túmbate al sol.

 

  • Después del día a trompicones que has tenido, al llegar a casa ves que la maldita lavadora se ha estropeado, o que internet se ha esfumado, o que el lavaplatos se ha rebelado y ha inundado la casa. Pues a todo esto Pepe te miraría ya casi con desprecio, y ni siquiera te diría nada. Para él eres un caso perdido.

 

 

¿Por qué este perro sabe más que nosotros y qué quiere decir con esos ojitos superiores? Pues quiere decir que estás viviendo tu vida, las cosas que te van pasando son parte de ella, tienes que soltar un poco el control porque no todo lo puedes solucionar. Y las soluciones que puedes dar no son inmediatas. Hay que hacer las cosas paso a paso, divirtiéndose, sin pensar que esas “desgracias” son señales del fin del mundo. Son pequeños eventos que tienes que ir pasando y actuando con un toque de tu ser. Allá donde vayas que se note el sol que llevas.

 

Pepe sólo dejó esa templanza feliz cuando su mejor amigo se fue. Estuvo unos días sollozando en bajito. A los pocos días creo que entendió que ya no podía volver, y se volvió a su rinconcito a tomar el sol y a mirarnos un poco sorprendido y un poco con desprecio, como siempre.

Natalia Bopp

Autor desde:  20/09/2021

Psicóloga inscrita en el Colegio oficial de Psicólogos de Madrid. Especialista en ansiedad y traumas. Terapia a adultos y adolescentes. Master en psicopatología y trastornos mentales y en psicología general sanitaria.
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